Comentario
En su nivel más profundo, la historia intelectual de las tres últimas décadas del siglo XIX, puede resumirse en la pervivencia y difusión de una actitud positivista acrítica -una especie de fundamentalismo científico- y el surgimiento de una reacción contra la misma, que sin negar las posibilidades de la razón y la ciencia, subrayaba sus límites. Esta última corriente indicaba una nueva orientación del pensamiento que no haría sino acentuarse a lo largo del siglo XX. Tanto el positivismo como su revisión crítica afectaron a los más diversos campos del pensamiento: ciencia, teoría política, filosofía, psicología, literatura e historiografía.